Su constitución es musculosa y fuerte, de apariencia elegante. El golden retriever macho pesa entre 30 y 34 kilogramos, mientras que tiene una altura que gira en torno a los 56-61 centímetros. Por su parte, la hembra pesa 25 a 29 kg. y mide aproximadamente de 51 a 56 cm.
De cabeza ancha y de tamaño medio, orejas de mediana longitud y caídas, ojos oscuros, trufa de un color negro intenso, hocico fuerte y ancho, y con una dentadura robusta, esta raza de perro se caracteriza sobre todo por su pelo: presenta un doble pelaje; uno interno, que es suave y denso; y otro extremo, grueso y a prueba del agua.
Su color es dorado, aunque en algunos casos presenta una tonalidad "crema", con mechones blancos en el lomo.
El golden retriever es descendiente directo de una raza de perro ruso que actuaba en los circos y espectáculos, gracias a su facilidad para el amaestramiento y a su obediencia innata. Además, formaba parte de las grandes partidas de los zares y se le consideraba como perro pastor de las ovejas caucásicas.
Fue en 1858 cuando, en una gira circense por Inglaterra, Lord Tweedmoth (prendado de sus habilidades) adquirió varios ejemplares de esta clase de can, con el fin de criarlos y adiestrarlos. Posteriormente, los cruzó entre sí, con el bloodhound y con otras clases de retrievers ingleses, obteniendo como resultado una raza canina recubierta con un precioso manto de color dorado. Pero no sería hasta años más tarde, concretamente en 1913, cuando este perro sería reconocido oficialmente como "Golden Retriever".
El golden retriever o cobrador dorado es una raza de perro relativamente moderna y popular, sobre todo en Estados Unidos y Europa. Se piensa que se desarrolló en el Reino Unido y más concretamente en Escocia alrededor del año 1850, pero las mezclas producidas para obtener esta raza aún no se conocen. Con sus características de perro cobrador, sabueso, bloodhound y spaniel de agua, es un hábil perro de caza con habilidades para rastreo.
